Muchos podemos pensar que el término “Colonización” se ha dado en una historia concreta del pasado, donde los grandes y los poderosos tenían la potestad de decidir el futuro de nuestros pueblos. Parece imposible pensar que en pleno siglo XXI podamos vivir estas “imposiciones de esquemas mentales foráneos”
Se ha ido dando en lo:
Político: nos han acostumbrado a decidir por nosotros, es más, tan es así que nos hemos acostumbrado a que piensen por nosotros.
Social: se ha dado a entender que en le mundo existen dos posiciones sociales:
1. los ricos, que tienen grandes posiciones de tierras. Los que tienen tes clara, se han sentido que tienen todos los derechos.
2. Los otros son los pobres, que por serlos tienen que pasar por grandes maltratos y presiones, nada más por ser pobre.
Cultural: se impuso lo que muchos lo llaman “la cultura del progreso” es decir: vale más cuanto puede uno producir, que la persona en sí misma.
Religioso: que ser cristiano católico, aunque no lo practiques, es mas importante que la fe popular, más importantes que todas estas expresiones comunitarias de peticiones y agradecimientos al Creador.
¿Será que toda esta forma de pensar, sentir y vivir ha cambiado?
¿Qué dificultades has encontrado al vivir en la ciudad?
¿En que has trabajado y como te han tratado?
¿Qué se siente al ser maltratada, por se pobre y del campo?
¿Tú crees que sigue opresión y sometimiento con los más pobres?
¿Cuándo has sentido que tú también eres importante y vales lo mismo que todos los demás?
¿Por qué han decidido consagrar su matrimonio?
Conclusión
Todo esto exige que recorramos un sólo camino, reconocer que todos somos iguales a los ojos de Dios, y que nadie tiene el derecho de quitarnos nuestra dignidad. Podemos ser morenos o blancos, altos o bajos, ricos o pobres, creyente o no creyentes, pero todos somos iguales en dignidad, y solamente reconociéndonos como iguales podemos relacionarnos con los demás y afianzar el camino de la descolonización.
